Los inicios de mi trabajo como científico se remontan a 1979. Fueron años muy difíciles, en los que la ciencia española era casi testimonial. Junto a mis compañeros Juan Luís Arsuaga y Eudald Carbonell asumí la co-dirección del proyecto Atapuerca en 1991. Los resultados de los primeros años fueron magníficos, pero tan solo se conocían a nivel internacional. Fue entonces cuando decidimos dedicar una parte de nuestro tiempo libre a comunicar la ciencia, siempre sobre la base de resultados contrastados previamente por la comunidad científica en revistas especializadas de mucho prestigio. Lo que en principio consideramos como una obligación moral con la sociedad que apoyaba nuestro trabajo, llegó a convertirse en una pasión y en una vocación. De ese esfuerzo nació la Fundación Atapuerca, cuyos objetivos fundacionales se pueden resumir en tres: comunicar la ciencia del ámbito de la prehistoria y la evolución humana, apoyar las investigaciones en Atapuerca y convertirse en un elemento dinamizador de la economía de la comarca donde se ubican los yacimientos.
Este blog tiene como objetivo fundamental establecer un nuevo lazo con la sociedad. Se trata de añadir un elemento nuevo a mi labor de comunicación. Deseo analizar con rigor y mediante un lenguaje asequible los resultados y conclusiones de aquellos trabajos más relevantes publicados en el ámbito de la prehistoria y la evolución humana. El blog pretende recoger también ciertos análisis sobre el comportamiento de nuestra especie. La perspectiva que ofrece el estudio del pasado y de las especies vivas de primates más próximas a nosotros permite realizar ese análisis y reflexionar sobre nuestro futuro. Asimismo, trataré de ofrecer un seguimiento tanto de las excavaciones en Atapuerca como de nuestras investigaciones.